En la entrada anterior hablábamos del Impacto del Trauma del Desarrollo y de los desafíos a los que se enfrentan los niños y niñas traumatizados. En esta segunda parte afrontaremos estrategias prácticas e ideas sobre cómo nos podemos ayudar a nosotros/as y a nuestros hijos e hijas.
Índice de contenidos:
Supervivencia/Autocuidados
El primer paso y más importante para los padres, madres y cuidadores/as es cuidar de nosotros mismos y de los demás. Aunque pensemos que es algo sencillo, la práctica es un poco más complicada. Podemos empezar revisando todas nuestras necesidades personales y valorar con qué recursos contamos. Es posible que nos encontremos con un desequilibrio porque nuestras necesidades superan los recursos. Para reequilibrar tendremos que valorar si reducir las necesidades, aumentar los recursos o ambas. Nos llevara algún tiempo lograrlo y dependerá de cada padre y madre:
¿Puedes elegir no sentirte culpable si cuando tu hijo está en el colegio no haces las tareas del hogar y te sientas a leer un libro o aprovechas para tomarte un café con un amigo o amiga?
¿Podrías plantearte pagar a alguien o pedir ayuda a un amigo/a para que por ejemplo planche o cuide el jardín?
¿Eres capaz de priorizar tu clase de yoga o darte un pequeño paseo tres veces por semana sobre otras tareas y no sentir culpa?
Cuidar a un niño o una niña con trauma puede conducir a un bloqueo, trauma secundario y TEPT en el adulto. No es egoísta que nos cuidemos y prioricemos nuestras necesidades. Si tú estás bien, entonces tu familia también puede estar bien. Te recomendamos 11 recetas para afrontar con serenidad la crianza cuando tu hijo/a ha sufrido adversidad temprana
El autocuidado de padres, madres y cuidadores/as es como sentar las bases de la familia.
Seguridad y dominio
Según el psiquiatra Van der Kolk el primer objetivo para ayudar a niños y niñas que han tenido comienzos traumáticos es ayudarlos a desarrollar una sensación de seguridad, placer y dominio. Crear oportunidades para pasar momentos juntos, poder conversar y pasarlo bien es una excelente manera de ayudarlos a sanar. Esto es más fácil de lo que parece. Pero no estamos hablando de un día en un parque temático, sino de reírse juntos viendo la tele o YouTube, de tirar piedras al agua, de cantar con un karaoke o de recordar momentos divertidos que habéis pasado juntos. Merece la pena anotar esos momentos divertidos para recordarlos en los períodos difíciles. Podemos pensar en estos “momentos de alegría” como momentos de conexión entre los padres/madres y niños/as.
Regulación emocional
Como padres y madres terapéuticos es importante comprender que una de nuestras funciones es la regulación de las emociones. La manera de descubrir qué estrategias y actividades ayudan a calmar a tu hijo o hija es observar y probar diferentes cosas. Así iremos descubriendo cuales ayudan a calmarlo o a “despertarlo” para que no se apague. Todas estas estrategias requieren práctica, paciencia y persistencia. También debes tener en cuitean que no siempre van a funcionar cada vez que tu hijo o hija necesita regulación. Una puede funcionaran en casa pero no en el parque. Por eso es muy útil contar con una selección de estrategias y actividades que funcionen en los diversos entornos: casa, colegio, parque, en casa de los abuelos o de un amigo, etc. Ofrecemos algunas ideas aunque habrá muchas más que puedes usar observando lo que funciona para tu hijo o hija en particular.
Luchando
Detección | Regulación |
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En las nubes
Detección | Regulación |
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Congelación
Detección | Regulación |
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Colapso
Detección | Regulación |
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Calmar o alertar el tronco encefálico
El modelo neurosecuencial nos enseña que los niños y niñas que oscilan entre luchar/huir/congelarse/colapsar se pueden beneficiar de actividades que calman altos niveles de excitación o “despiertan” el estado de baja excitación. Bruce Perry indica la necesidad de incluir en la vida diaria de un niño actividades
- De tipo relacional (ofrecidas por un adulto seguro)
- Relevantes (ajustadas al desarrollo del niño en lugar de a su edad real)
- Repetitivas (patrón)
- Gratificantes (placenteras)
- Rítmicas (resonante con patrones neurales)
- Respetuosas (para el niño/a y la familia)
- Percusión
- Baile
- Trampolín
- Balancearse hacia adelante y hacia atrás en una gran pelota de gimnasia
- Caminar, correr, saltar
- Tappin
- Respirar rítmicamente
- Cantar/rapear
Reparar el ciclo de Apego
Dar prioridad a la parte de reparación del ciclo de apego contribuye de forma importante la curación de nuestros hijos e hijas. El psicólogo Dan Hughes explica que “si cometes un error, lo arreglas”. Es muy liberador tanto para los padres como para los hijos estar seguros de que siempre pueden “arreglar sus errores”.
Un apego seguro permite manejar los errores, incluso si es grande, tanto a los niños y niñas como a los adultos. Pero cuando los niños/as no han desarrollado la sensación de que cometer errores no hace peligrar la relación para siempre, tienen respuestas defensivas o de vergüenza.
Que los padres/cuidadores puedan decir compasivamente “está bien, las cosas salieron mal, dije algo que no debería haber dicho, dijiste algo que no deberías haber dicho, todavía te quiero” modela el mensaje de “pase lo que pase” yo voy a estar contigo. Es algo que los niños y niñas traumatizados tienen que ir aprendiendo.
El ciclo de ruptura y reparación podría verse así:
- Relación: conectarse con el hijo o hija a través del juego, el tacto, las palabras y los gestos. Viviendo momentos de alegría juntos.
- Disparadores: cansancio, hambre, miedo, tristeza, lesión, sensorial, sobreexcitación, trauma, hermanos, robo, no compartir, favoritismo, elogios, miedo, celos, transición, límites, malentendidos, hora de acostarse, comida, juguetes…
- Ruptura: se produce una desconexión que provoca una respuesta no deseada y crea un bloqueo emocional temporal en la relación.
- Conciencia: detenerse y darse cuenta de la desconexión y la necesidad de reparación
- Reparación:
Reparación rápida = reconoce los sentimientos, genera confianza, modela el comportamiento, permite los errores sin una ruptura permanente, enseña el valor de la reparación y la importancia de la comunicación en las relaciones. Ejemplos:
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- ‘Lo siento’
- Ofrecer un gran abrazo
- Nombrar el sentimiento
- Acurrucarse juntos, por ejemplo frente al televisor
- Regreso a la relación de forma reajustada y conectada.
Conexión
Para que cualquier estrategia de crianza terapéutica funcione, debe existir algún tipo de conexión y sintonía dentro de la relación. Sin embargo, la conexión puede ser un desafío, ya que puede ser rechazada, y a menudo lo son los niños que han tenido experiencias tempranas de relaciones inconsistentes o inseguras. Por lo tanto, podríamos comenzar desarrollando una conexión de una manera que se sienta tolerable tanto para el niño como para el adulto. Desarrollar o reparar una conexión puede comenzar a distancia y avanzar con el tiempo a medida que crece la sintonía y la confianza.
Conexión a distancia
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Crianza tolerableIntentar conectarse con un niño/a que tal vez nos ha rechazado o ha sido violento con nosotros/as puede ser desalentador. La crianza tolerable consiste en mostrarles que los tienes en mente, ¡incluso si estás en una habitación diferente
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Ir hacia atrás para ir hacia adelante
Puede ser desalentador sentir que has tenido un cambio significativo en la relación con tu hijo o hija y luego todo parece desmoronarse nuevamente. De hecho, esto es normal y no es un paso atrás. Habrá brechas de desarrollo en los cimientos de tu hijo/a que deben llenarse junto a ellos para progresar en las habilidades que son típicas para su edad real.
Es muy útil pensar en la edad emocional de tu hijo/a y no en su edad real. Piensa en lo que necesitan los niños pequeños (previsibilidad, mimos, cuidado, juego, corregulación, estimulación adecuada, ayuda con las relaciones sociales) y ofrézceselo cuando esté “desregulado/a”.
Entender y aceptar que todo comportamiento es una comunicación
Cuando los niños se sienten bien, pueden comportarse bien; sin embargo, esto lleva algo de tiempo. Como adulto en la relación, les ayuda a dar sentido a su comportamiento nombrar el sentimiento oculto subyacente y responden al comportamiento de una manera tranquila y segura. Los padres necesitan autocuidados para continuar con esta difícil e importante tarea. Un libro genial que explica más sobre estrategias de crianza es “El cerebro del niño” de Dan Siegel.
Puedes ver más recomendaciones de libros en nuestra sección Lecturas que ayudan
Trabajar hacia el equilibrio correcto de crianza y estructura para tu familia
Para apoyar el sentido de la vida y las relaciones como predecibles y consistentes Los niños y niñas que han tenido comienzos caóticos en la vida por lo general necesitan altos niveles de crianza y estructura.
Los niños y niñas que han tenido comienzos caóticos en la vida necesitan una crianza, muy responsable y estructurada. Hay que reforzar su sentido de la vida, que perciban las relaciones como predecibles y consistentes y que los demás sean amables con ellos, o al menos neutrales.
Para empezar, en la práctica, es muy importante y necesario saber cómo reaccionas cuando estás estresado/a es una parte importante
Por ejemplo, cuando te sientes al límite por los desafíos, las mentiras o el retraimiento de tu hijo/a
¿Es más probable que renuncies a la estructura y te retraigas o te excedas en los límites y las consecuencias?
¿Qué pasa con tu pareja?
Compartir esta información con amigos, familiares y en el colegio
Es bastante habitual que las familias/cuidadores que se enfrentan a diario con las consecuencias del trauma del desarrollo en su hijo/a se sientan aisladas e incomprendidas y que tengan que soportar que se malinterpreta al niño o niña etiquetándole de “travieso”
Por eso, es muy importante compartir este artículo o similares con el colegio, los amigos y la familia. Para que entiendan la ciencia del cerebro detrás del trauma temprano y puedan empezar a comprender al niño o niña. Tener un punto de vista compartido en lugar de puntos de vista opuestos puede ayudar a construir puentes en la red de adultos que rodean al niño/a y comenzar a reparar el trauma del desarrollo.
Buscar ayuda lo antes posible
La intervención terapéutica puede ayudar en cualquier momento de la vida del niño/a. Si tu hijo/a es ahora un adolescente o se dirige hacia la edad adulta temprana, no desesperes. Las intervenciones siguen siendo útiles, nunca es demasiado tarde. Dicho esto, cuanto antes se ofrezca soporte, mejor. Si sientes que tu hijo/a tiene dificultades, busca el apoyo de un especialista tan pronto como puedas. La prevención es mejor que la respuesta a la crisis para el niño/a y sus adultos.
¿Qué terapia o apoyo funciona mejor y por qué?
La primera tarea para los niños que han tenido experiencias traumáticas en la primera infancia es establecer seguridad. Para muchos de los que acceden a la terapia, este objetivo ya se ha logrado, al menos en parte, en el contexto de una colocación familiar estable, cariñosa y armonizada, un hogar adoptivo o de acogida o un hogar residencial terapéutico.
Debido a que estamos hablando del desarrollo como la víctima del trauma, es esencial que comencemos desde los cimientos y trabajemos hacia arriba. El primer paso es realizar una evaluación cuidadosa y detallada que llegue a una formulación de qué sucedió, cuándo, qué impacto tuvo entonces y cuál es el efecto.
El modelo neurosecuencial establece que el trabajo con niños cuyo desarrollo se ha visto comprometido por experiencias traumáticas, trastornos del apego y otros factores complejos, a menudo debe comenzar por intervenir a nivel del “cerebro primitivo” y apoyar la estabilización y la regulación sensorial.
La siguiente fase, una vez que los niños (y los padres/cuidadores) estén estables y sean más capaces de regularse, es el trabajo relacionado con las funciones límbicas y del cerebro medio: apego, mentalización y regulación emocional; y luego, la tercera y última fase serían aquellas que trabajan con el cerebro cortical, con el objetivo de promover el sentido, la formación de identidad y el procesamiento cognitivo de la información emocional. Diferentes terapias son buenas para trabajar con diferentes áreas del desarrollo del cerebro.
Diferentes terapias son buenas para trabajar con diferentes áreas del desarrollo del cerebro.
El modelo de terapia neurosecuencial: construcción de abajo hacia arriba
DDP: Psicoterapia del desarrollo diádica
MBT terapia basada en la mentalización
El estilo terapéutico real dependerá de la naturaleza de cada evaluación y formulación. Para algunos niños/as, se recomienda el trabajo individual mientras sus padres/cuidadores reciben apoyo terapéutico. Otros niños/as, se beneficiarán de trabajar con sus padres/cuidadores en intervenciones de apego sensorial o psicoterapia de desarrollo diádico (DDP).
Una parte esencial del modelo y la forma en que Beacon House entiende lo que ayuda es la afirmación de John Bowlby de que “si valoramos a nuestros hijos, debemos apreciar a sus padres”. Sabemos que los grandes terapeutas pueden marcar una diferencia real en la vida de los niños, pero unos padres/cuidadores que se sientan valorados y empoderados para seguir asumiendo el riesgo de ofrecer amor, cuidado, presencia constante y límites a su hijo/a traumatizado puede cambiar su mundo.
Los objetivos del trabajo terapéutico con trauma crónico en niños y niñas son:
- Estabilizar el hogar y el colegio del niño/a haciéndolos sentir seguros y predecibles
- Ayudar tanto al niño/a como a los padres/cuidadores a regular sus emociones, conductas y sentidos.
- Promover un apego seguro entre los padres/cuidadores y el niño o niña
- Cuando esté indicado, ofrecer al niño/a la oportunidad de procesar recuerdos traumáticos, ya sea en la memoria consciente o solo en el cuerpo; y trabajar con cualquier síntoma específico
- Ayudar al niño/a y a la familia a desarrollar una historia completa y coherente de su vida
- Apoyar al niño/a para que desarrolle una serie de “habilidades para la vida” esenciales, como la comunicación social, la resolución de problemas, la planificación y la inhibición de conductas que le hagan daño.
Finalmente… Esto es, sobre todo, un artículo de esperanza.
Sabemos que con padres/cuidadores permanentes, seguros y amorosos, un programa de terapia secuencial y una red terapéutica de apoyo, combinados con un ambiente escolar sensible y mucho espacio para cometer “errores y malas decisiones”, los niños traumatizados pueden, y lo hacen, florecer.
Actualized Enero de 2020
Authors: Dr Shoshanah Lyons, Dr Kathryn Whyte, Ruth Stephens, Helen Townsend.
www.beaconhouse.org.uk
Traducción y adaptación: PETALES España
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