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  “De las cárceles saturadas, a los hospitales donde cada día nacen más bebés hijos de madres drogadictas, pasando por residencias de menores sin recursos, y por un sistema de enseñanza público donde escuché frases del tipo “de la cuna a la cárcel”… Por todo esto empecé a cuestionarme, como madre y como abuela, que haya niños que nazcan con una predisposición a acabar en prisión”.

Beckyhaas.com

 Entrevista a Becky Haas experta internacional en los efectos del trauma

API Spepaks se congratula de entrevistar a Becky Hass como parte del Mes de AP este año. Becky es una experta internacional en el ámbito de trauma y las experiencias adversas infantiles, y una divulgadora de los efectos del trauma. Ha trabajado en los departamentos jurídicos dedicados a la población juvenil en Virginia y Tennessee. Ha desarrollado un programa de formación en trauma para la policía de varios estados. Ha formado a educadores dentro del ámbito escolar. Además, Becky ha colaborado en varios hospitales, informando de las consecuencias de las Experiencias Adversas Infantiles (ACEs) en el campo de la salud, y la relación entre aquella y los problemas de salud y adicciones en la edad adulta. En cuanto a su vida personal, está casada con Jonathan y sus hijos y nietos son su mayor tesoro.

Pregunta: ¿Cómo llegó usted a interesarse por el Trauma Infantil y las Experiencias Adversas en la Infancia?

Respuesta: En el año 2012 estaba trabajando en el departamento de policía de Johnson City. Mi función era diseñar una estrategia para reducir el crimen relacionado con el tráfico y consumo de droga.  Yo no tenía una formación específica en esa materia por lo que tuve que rodearme de todo tipo de expertos con el fin de desarrollar un plan de acción.  Mi idea era conseguir reunir a todos los agentes implicados (policía, jueces, administración local, servicios sociales, centros penitenciarios). Nuestro principal objetivo era reducir la tasa de reincidencia. Así fue como entré en contacto con presos y escuché por primera vez hablar de experiencias de adversidad en la infancia. Escuché historias terribles de hijos que habían sido abusados sexualmente por sus padres, que habían sido encerrados en un armario, violados por un familiar cercano… Todos estos testimonios me  llevaron a plantearme que las experiencias de adversidad en la infancia debía ser considerado un factor fundamental a la hora de abordar el problema.

“La primera vez que escuché hablar de trauma en la infancia, me impactó darme cuenta de la cantidad de valientes que hay entre nosotros, verdaderos supervivientes de experiencias traumáticas en la niñez”.

Experiencias Adversas Infantiles y Trauma

Pregunta: Ahora las Experiencias Adversas Infantiles y el Trauma están presentes en muchos programas, gracias, en gran parte, a su trabajo.  Pero, cuando usted empezó a interesarse por este tema, apenas se conocía.  ¿Qué otras personas le ayudaron a formarse en este campo?

Respuesta:  Asistí a dos conferencias que me marcaron. Una de ellas con el doctor Vincent Felitti (uno de los principales investigadores de Experiencias Adversas Infantiles) y otra conferencia con la doctora Joan Gillece, en Florida, que en aquella época era la directora del Centro Nacional para Intervención basada en el Trauma, Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) Substance Abuse and Mental Health Service Administration. Escuchar a estas dos personalidades fue para mí como haber descubierto la cura contra el cáncer.

¿Cómo iba a quedarme callada y no poner en práctica lo que acababa de aprender? Lo primero que hice fue crear un enorme archivo con todos los organismos que me estaban ayudando a prevenir la criminalidad.  Me di cuenta de que aquellos programas que habían conseguido resultados positivos partían del enfoque del Trauma y la Experiencias Adversas Infantiles. Por tanto, ésa era la lente que teníamos que utilizar: una intervención basada en el Trauma. Estábamos en el momento de hacerlo.

En 2014, la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA), había publicado un estudio en el que se recomendaba desarrollar una política de salud pública basada en la formación de profesionales en trauma infantil.  Acudí a la Universidad de East Tennessee (ETSU) y conseguí la colaboración del doctor Andi Clements. Cada vez que hablábamos con las distintas entidades que colaboraban en la estrategia de reducción de la criminalidad, nos solicitaban información sobre trauma y Experiencias Adversas Infantiles. Y se la dimos. En menos de tres años formamos a 4000 profesionales. Me levantaba a las 6 de la mañana para mantener mis programas en la policía funcionando, y sacaba tiempo para formar a la comunidad en Trauma y Experiencias Adversas Infantiles.

En 2017 pedimos al Centro  Nacional para Intervención basada en Trauma (National Center for Trauma Informed Care) organizar una conferencia en la web entre todas las ciudades que hubieran estado haciendo este trabajo de formación. Nos dijeron que no conocían a nadie que hubiera llevado a cabo esta formación. Así fue como nos dimos cuenta de que habíamos hecho algo especial en Johnson City. En 2018 nos propusieron hacer un fórum y contar nuestra historia. A este fórum asistieron profesionales de veinte estados y miembros destacados de SAMHSA. Después de escuchar nuestra experiencia, nos dijeron que habíamos creado un modelo de formación sobre Intervención basada en Trauma que podría ser aplicado en otros lugares.

En 2019, el doctor Clements y yo hicimos un análisis para el Departamento de la Infancia de Tennessee sobre Cómo Construir un Sistema de Atención e Intervención basado en el Trauma, donde se aporta una información sobre cómo apoyar, educar y colaborar para crear comunidades informadas y formadas en Trauma.  Este trabajo fue publicado por la Universidad John Hopkins. Nuestro trabajo también ha sido recomendado por la web de ACE Connection (https://www.acesconnection.com/)

Trauma; apoyar, colaborar y educar.

Pregunta: El mensaje que están dando a la sociedad es que hay que apoyar, colaborar y educar. ¿Podría describir de qué manera se puede conseguir esto?

Respuesta: Lo primero es crear conciencia en torno a las Experiencias Adversas Infantiles para formar comunidades resilientes. Para que una entidad o comunidad está informada respecto al Trauma debe cumplir los siguientes requisitos:

1. Darse cuenta del tremendo impacto del trauma y entender los caminos potenciales de la recuperación.
2. Reconocer las señales y los síntomas del trauma en clientes, familias, trabajadores y otros implicados en el sistema.
3. Responder con un conocimiento completo e integrador del trauma en las políticas, procedimientos y estrategias que se desarrollen.
4. Evitar la Retraumatización.

La formación que damos en SAMHSA se basa en seis pilares: Seguridad, Confianza y Transparencia, Apoyo, Colaboración entre los miembros, Empoderamiento y otros aspectos culturales, históricos y de género. Con estos apartados pretendemos realizar un inventario de requisitos imprescindibles para que un programa sea eficaz desde el punto de vista del trauma. Queremos que los responsables de los programas se hagan estas preguntas. ¿Es un programa seguro? ¿Se siente la gente a salvo en este programa? ¿Pueden confiar en él?

Mi trabajo ahora consiste en transmitir este método de trabajo a otros grupos a nivel nacional. Recientemente he formado a los responsables de la atención a la infancia en los estados de Mississippi y en Tennessee. Junto con la Asociación de Jefes de Policía de Tennessee hemos grabado un video con el curso de formación en Trauma para los departamentos policiales de varios estados.

Le di la vuelta a la pirámide para explicar el concepto de resiliencia y esperanza. En el nivel superior animamos a  la comunidad con empatía y comprensión

Mi esperanza es que, al explicarle a la gente lo que es el trauma y cómo afecta a la población, seamos capaces de crear un entorno que ayude a los supervivientes del trauma a sanar sus heridas.

A la hora de entender las Experiencias Adversas Infantiles, una cara de la moneda está marcada por el trauma y una infancia en un hogar disfuncional, y la otra cara de la moneda está marcada por la resiliencia. Y lo bueno es que esta resiliencia se puede llevar a cabo dentro de la comunidad.

Estoy convencida de que si utilizamos un enfoque basado en el Trauma podremos mitigar los efectos del mismo en un 50%.

En la pirámide de los estudios de Experiencias Adversas Infantiles  https://petalesespaña.org/estudio-aces/)   la base son las experiencias adversas en la infancia, y la cúspide, la muerte prematura.

Mi propuesta es invertir esta pirámide para así explicar el concepto de resiliencia en una comunidad u organización formada en Trauma.

En el nivel superior, proporcionamos el conocimiento y la empatía necesarios para comprender el trauma. La franja del medio consiste en el trabajo social, en un acompañamiento en el día a día, porque, para aquellas personas que sufren trauma por Experiencias Adversas Infantiles estas tareas son mucho más difíciles de abordar. Esta franja central sería lo que yo llamo “una mano amiga”. Y, por último, la parte inferior del embudo serían las intervenciones clínicas más convencionales, que son importantes pero no siempre necesarias.

He escuchado muchas historias de gente que consiguieron superar el trauma y reencauzar su vida, gracias a la intervención en el nivel superior y medio de la pirámide invertida. Un caso que me conmueve especialmente es el de una conductora de autobús escolar y una niña, de once años, que siempre iba primorosamente peinada con unas trenzas. Hasta que un día la niña llegó despeinada al autobús y así día tras otro. La conductora le preguntó qué pasaba y la niña le dijo que su madre acababa de morir y su padre no sabía hacerle trenzas. La conductora compró un cepillo y unas gomas, y a partir de ese día se encargó de peinar a la chiquilla antes de dejarla en la escuela.  Esto que a simple vista parece una anécdota sin más, ayudó a esa niña a afrontar la pérdida de su madre. La historia llegó a oídos del director de la escuela y acabó en la televisión local.  Otro ejemplo de apoyo dentro de la comunidad son lo que están haciendo algunos libreros, dejando un cajón con comida y productos de limpieza en sus tiendas, para aquellos jóvenes que carecen de lo más básico en sus casas.

En resumen, si las comunidades reciben la formación adecuada se pueden convertir en espacios de apoyo y resiliencia.