Cada año hay 3 millones de niños en el mundo menores de cuatro años que se encuentran en situaciones de adversidad temprana, según el psiquiatra del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico San Carlos, Diego Figuera. La adversidad temprana es un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos del apego y se produce por cualquier situación desfavorable previa al nacimiento y durante los primeros meses de vida.
En el encuentro organizado por Petales España y celebrado en Servimedia se trató sobre las experiencias desfavorables que desde la gestación y durante el primer año de vida pueden afectar al proceso de neurodesarrollo del bebé o menor y condicionar la maduración cerebral. Experiencias como como el maltrato infantil, violencia intrafamiliar o el consumo de alcohol o drogas durante la gestación suelen estar relacionadas con retrasos intelectuales, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), ansiedad, depresión y trastornos traumáticos, entre otras comorbilidades. Este tipo de trastornos se identifican, sobre todo, en niños adoptados, pero también se desarrollan en menores que han crecido en familias biológicas con dificultades.
No tenemos cifras de afectados porque no se diagnostican bien estos chicos. Van a ser diagnosticados de trastornos que se consideraban hasta ahora de origen puramente biológico cuando son casos complejos. No hay que separar entre lo biológico y lo psicológico. Hay genes que son muy sensibles a las emociones”, explicó el director del Hospital de Día Ponzano y psiquiatra del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico San Carlos, Diego Figueras, también presidente del International Attachment Network España, una asociación de profesionales interesados en la teoría del apego.