¿Les damos una oportunidad?
Algo extraño ocurre cada vez que les damos a estos chavales una oportunidad de ser ellos mismos sin juzgarlos.
De repente, sus conductas obstativas o desajustadas se atemperan o desaparecen, y comienzan a funcionar sorprendentemente bien.
Todas sus dificultades se atenúan cuando el entorno es adecuado, ha habido suficiente preparación previa, están motivados, y se trabaja en grupo con los apoyos necesarios y desde la actitud adecuada.
Como muestra un botón:
Dentro de la búsqueda de actividades de ocio terapéutico y descanso familiar compartido, llevamos a nuestros jóvenes a practicar Laser Combat.
No era lo que hubiéramos querido. No era lo que a nosotros nos parecía mejor.
Pero era algo que a ellos les apetecía.
Asi que, escuchándolos, aceptándolos, les dimos la oportunidad.
Y demostraron que podían
- trabajar en equipo
- mejorar sus habilidades sociales
- trabajar en mejorar sus facultades ejecutivas
- desarrollar la previsión y estrategia
- El control de impulsos.
Y además, hicieron ejercicio físico en naturaleza.
Un éxito total.
Y sólo, porque les escuchamos y les dimos la oportunidad que estaban pidiendo.
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