CARACTERÍSTICAS DIFERENCIADORAS DEL ALUMNADO QUE REINCIDE EN COMPORTAMIENTOS PERTURBADORES DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR EN EL AULA
Observatorio para la convivencia escolar de Castilla y León
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Universidad de León
COORDINACIÓN
Delio del Rincón Igea
Facultad de Educación
Universidad de León
Introducción:
Considerando que la acción educativa puede ser más efectiva si se conoce y se atiende mejor la diversidad existente en los ámbitos escolar, familiar y social de alumnos/as que perturban dicha convivencia, una de las propuestas requería un
proyecto de investigación para explorar características diferenciadoras de alumnos/as que habitualmente perturban la convivencia escolar en el aula. Dicho proyecto se encargó a la Universidad de León con el apoyo del Equipo Central de
Convivencia Escolar perteneciente a la mencionada Consejería.
Conclusiones:
7.1. Características diferenciadoras en el ámbito personal
En general, los alumnos que reinciden en comportamientos perturbadores presentan menor socialización, menor autoconcepto familiar e intelectual o académico, un déficit motivacional generalizado y un déficit estratégico, especialmente en estrategias que tienen como objetivo la comprensión profunda de lo que se aprende y en estrategias orientadas al éxito académico.
Las media del grupo que reincide es estadísticamente inferior en las dimensiones autoconcepto familiar, intelectual y sensación de control. Sin embargo, el hecho de que los estudiantes que reinciden presenten una media superior en autoconcepto social sugiere la posibilidad de que tiendan a creer que son mejor valorados por sus compañeros, o incluso que sus comportamientos perturbadores pudieran tener cierta acogida, aprobación y “complicidad” por parte de los demás estudiantes. Esta apreciación parece contrastar con las valoraciones de los tutores ya que las medias de liderazgo en el grupo que reincide son inferiores a las del baremo, mientras que los propios estudiantes que reinciden se consideran con un liderazgo similar al que presenta el resto. En cambio, se observa cierta consistencia entre la autopercepción de los estudiantes que reinciden y la percepción de los tutores, ya que coinciden en que el grupo que reincide presenta menor ansiedad y timidez, menor sensibilidad social o consideración hacia los demás y menor autocontrol y, por tanto, mayor
indisciplina, agresividad y terquedad que el resto del grupo.
7.2. Características diferenciadoras relacionadas con el ámbito escolar
El grupo que reincide y el que no reincide presentan diferencias estadísticamente significativas en las opiniones y valoraciones sobre diferentes características más relacionadas con el contexto escolar. Los estudiantes que reinciden se caracterizan por ser repetidores, por tanto, de mayor edad que el grupo referencia, fundamentalmente de género masculino y suelen considerar que es normal comportarse así.
El grupo que reincide muestra menor rendimiento académico y menor conformidad, menor grado de acuerdo con aspectos como las relaciones entre profesores y alumnos, las relaciones entre alumnos, el trato igualitario de alumnos/as por parte
Características diferenciadoras del alumnado que reincide en comportamientos perturbadores de la convivencia escolar en el aula del profesorado, el orden en clase, las normas y la conflictividad en el centro educativo y la forma de solucionar los conflictos. También muestra una baja confianza en el centro educativo unida a una valoración más negativa de la
institución.
De hecho, la opinión que el alumnado tiene sobre el centro es importante como factor de motivación en el proceso de aprendizaje. También debe tenerse en cuenta que las relaciones entre profesores y alumnos/as pueden repercutir en la convivencia. En última instancia, el profesorado participa al establecer las normas en
esa relación y modela los comportamientos en el aula.
8.2. Orientaciones educativas
El equipo investigador considera relevante dar respuesta a la problemática que se plantea en relación con los alumnos/as que reinciden en comportamientos perturbadores, y que dicha respuesta debe ser global; es decir, debe responder a los
comportamientos y actuaciones que muestra dicho alumnado, debe darse una respuesta académica, y realizar una intervención sociocomunitaria sobre su entorno.
De igual modo, esta respuesta ha de venir dada, en primer lugar, desde el currículo que tiene el centro, en segundo lugar, desde el Plan de Acción Tutorial, y por último, por la concreción de las actuaciones en el Plan de Convivencia.
En la actualidad son varios los programas que existen para trabajar la convivencia en los centros escolares, coincidiendo la mayoría en una serie de estrategias como las siguientes:
a) Desarrollar las relaciones interpersonales entre los miembros de la clase, y de éstos con el profesorado: Dinámica de grupos.
b) Crear un clima de aula adecuado para la realización de actividades individuales y grupales: Trabajo en grupo y Trabajo cooperativo.
c) Introducir cambios metodológicos y organizativos.
d) Favorecer la participación del alumnado en la vida del aula y del centro.
e) Formar al profesorado: Habilidades sociales, Habilidades de comunicación, Estrategias y Estilos de enseñanza y aprendizaje.
f) Crear equipos docentes que trabajen coordinadamente, posibilitando una respuesta unificada por parte del profesorado a los problemas que presenta el alumnado que reincide.
g) Trabajar la educación en valores.
h) Implementar programas de mediación escolar y alumnado ayudante.
i) Desarrollar acciones de tutoría: Tutoría individualizada y Tutoría compartida.
j) Desarrollar los acuerdos reeducativos.
k) Implicar a las familias en la vida del centro.
l) Fomentar el respeto hacia las diferencias de las personas que conviven en el aula y en el centro: Diferencias culturales, sexuales, académicas y sociales.
m) Introducir en los centros la figura del Educador social y/o del Trabajador social.
n) Realizar labores de coordinación con instituciones públicas y privadas: Ayuntamientos, ONGs y CEAS).
Como se ha indicado anteriormente, la respuesta que se debe dar a la problemática que presenta el alumnado reincidente debe darse de forma global. Por tanto, en dicha respuesta se deben implicar a todas las partes tanto la familia o el sistema
educativo, como la sociedad. A continuación, teniendo en cuenta las características diferenciadoras exploradas en este estudio, se exponen algunas orientaciones en relación con estos contextos.
A) Orientaciones para el ámbito familiar
La familia es el primer núcleo de socialización, de transmisión de valores, de normas, de formación, etc. que la persona tiene para integrarse en la sociedad. La formación del padre y de la madre tiene que responder a las necesidades reales
que demandan sus miembros. La familia y la escuela tienen la obligación y el deber de entenderse para complementar una a la otra. Destacamos las siguientes: a) Implicar a las familias en el proceso educativo de sus hijos, creando escuelas
de padres y madres que desarrollen proyectos de formación en valores y estrategias de modificación de conducta.
b) Desarrollar cursos en los Centros educativos, a través de las AMPAS, sobre la utilización de las estrategias de estudio y estilos de aprendizaje.
c) Potenciar la comunicación entre la familia y el profesorado tutor, a través de encuentros mensuales, fichas informativas adaptadas a la problemática concreta del alumnado e información a través de mensaje SMS, etc.
d) Intensificar la participación de las familias en las modificaciones y actualizaciones de los documentos institucionales del centro, como PEC y RRI.
e) Conocer el funcionamiento de los acuerdos reeducativos y de las implicaciones que éstos tienen para ellos y sus hijos.
B) Orientaciones para los Centros Educativos
Los Centros Educativos deben desarrollar estrategias metodológicas y organizativas que respondan a la problemática del alumnado reincidente. Se proponen a continuación una serie de medidas que, a nuestro juicio, deben ser prioritarias:
a) Mejorar las reuniones periódicas entre los Centros educativos de Secundaria y los Colegios que éstos tienen adscritos, para mejorar el conocimiento sobre el alumnado que dichos Centros de Secundaria van a recibir. Esta mejora
pasaría por la elaboración conjunta – Centros de Educación Secundaria y Centros de Educación Primaria- de Planes de Acogida del nuevo alumnado, sobre todo en lo que hace referencia a la actuación y el seguimiento del
alumnado reincidente. Ya existe en nuestra Comunidad alguna experiencia en la elaboración de Planes de Acogida.
b) Desarrollar procesos formativos en los equipos docentes de los Centros educativos y que dicha formación se encuentre más vinculada con los procesos metodológicos y organizativos.
c) Favorecer en los Centros la realización de experiencias de Tutoría individualizada con el alumnado que reincide.
d) Posibilitar la creación, en aquellos grupos que así lo demanden por las especiales características del alumnado que escolarizan, de la Tutoría compartida.
e) Promover en la formación del profesorado –proyectos de innovación- en temas relacionados con dinámica de grupos, resolución pacífica de conflictos, acuerdos reeducativos, habilidades sociales y habilidades de comunicación.
f) Posibilitar (si las condiciones organizativas del Centro lo permiten, la dinámica de la tutoría lo aconseja y el tutor tiene la preparación específica) que el tutor acompañe al alumnado reincidente durante más de un curso escolar.
g) Establecer en los Planes de Convivencia de los Centros, unos protocolos específicos para la detección y la intervención en casos de alumnado reincidente.
h) Desarrollar en los Centros educativos en general, y más específicamente en las aulas que tienen alumnado reincidente, una normativa específica sobre convivencia (para el Centro) o normas de clase (para el aula). La normativa del Centro se podría realizar, en una reunión conjunta de la Junta de Delegados y de la Comisión de Convivencia, al inicio del curso escolar. La normativa del aula se podría acordar en alguna de las sesiones de Tutoría.
i) Introducir en el Currículo de las diferentes asignaturas, temas relacionados con la Educación para la Paz, los Derechos Humanos, La Tolerancia y el Respeto.
j) Utilizar una metodología que favorezca la participación del alumnado en la dinámica de clase.
k) Informar (al inicio de cada curso académico) a cada Equipo Docente, por parte de la Jefatura de Estudios y del Departamento de Orientación, de las características personales, sociales y académicas, que muestran los
estudiantes que reinciden en comportamientos perturbadores de la convivencia en el aula escolarizados en los diferentes grupos. Esta información servirá para que el profesorado tome las adecuadas medidas
organizativas y metodológicas.
C) Orientaciones para los Servicios Sociales
En todos los Centros educativos, la intervención de los Servicios Sociales es una prioridad. A continuación se exponen una serie de actuaciones que consideramos
básicas:
a) Buscar la colaboración del Centro educativo y de los Servicios Sociales de la zona para programar acciones dirigidas hacia el alumnado reincidente o hacia las familias de estos.
b) Mantener reuniones periódicas entre los Centros educativos y los Servicios Sociales más próximos para iniciar, mantener o aumentar protocolos de actuación hacia el alumnado reincidente y sus familias.
c) Crear Convenios de Colaboración entre los Ayuntamientos, las Diputaciones y los Centros educativos para que, desde los Servicios Sociales que aquellas instituciones tienen, puedan colaborar de forma externa o si fuera necesario,
de forma interna, en los centros docentes.
D) Orientaciones para la Administración educativa
La Administración educativa es la encargada de garantizar, en todo momento, la igualdad de oportunidades para su alumnado. Las constataciones de este informe sugieren que uno de los grupos más necesitados de dicha atención puede ser el alumnado que reincide en comportamientos perturbadores. No sólo por la alteración en sí misma, sino por las características y carencias subyacentes que la provocan.
Por ello, el equipo investigador considera que también desde la Administración, a título meramente indicativo, se podrían consolidar o promover actuaciones como las siguientes:
a) Realizar estudios más en profundidad de la situación educativa y social de Zonas educativas y de Centros escolares, para aumentar las actuaciones educativas y sociales ante la concentración de alumnado reincidente, de problemáticas educativas concretas o situaciones sociales de clara desventaja, que propicien situaciones que puedan devenir en el aumento de
la reincidencia en los centros educativos.
b) Potenciar una mayor autonomía en los Centros educativos a la hora de tomar iniciativas de tipo organizativo y metodológico que mejoren la inclusión del alumnado reincidente en sus Centros y en sus aulas.
c) Seguir desarrollando investigaciones que analicen y profundicen en las causas de la reincidencia y en las actuaciones educativas que mejoren la atención socioeducativa hacia dicho alumnado.
d) Favorecer el conocimiento de buenas prácticas educativas que se realizan en los Centros educativos de Castilla y León en relación con el alumnado reincidente o sus familias, para que dichas prácticas sean puestas en funcionamiento -tras su análisis- por Centros educativos de parecidas características.
e) Aumentar y mejorar las reuniones de intercambio de información entre los EOEPs y los Departamentos de Orientación. Actualmente se vienen realizando reuniones en las que se informa por parte de los EOEPs de las características del alumnado ACNEE o ANCE. Sería adecuado realizar otras reuniones en las que se informe a los Centros educativos de secundaria, y Características diferenciadoras del alumnado que reincide en comportamientos perturbadores de la convivencia escolar en el aula más concretamente a los Departamentos de Orientación, de la existencia y
atención educativa del alumnado reincidente.
f) Propiciar la realización de cursos de formación, en los centros educativos que cuentan con alumnado reincidente o en los CFIEs, que aborden las características y posibles soluciones a esta problemática.
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