Gracias hijo mío.
A través de tí, estoy aprendiendo tanto de mí…
Tu me has enseñado que mis expectativas eran cadenas para tí, que te impedían ser tu mismo. Y también, aprendí que mis expectativas sobre mí, también me impedían vivir a mi.
Para tí, he aprendido a vigilar mi tono de voz, y mi lenguaje corporal. Estoy aprendiendo a superar mis miedos y mis defectos, para tí.
Por tí, he cambiado del Club de Golf a estar del lado de los más desfavorecidos y desafortunados.
Contigo estoy aprendiendo a entender y a perdonar sin límites.
A través de tí, estoy aprendiendo a ver la realidad que se oculta detrás de las fachadas de la gente. Ahora puedo ver, de verdad, de cerca, a los demás, y que no importan su riqueza o posición o lo que digan, para definir quienes son.
Por tí he aprendido Psiquiatría, Psicología, Pedagogía, para acabar llegando a la Empatía y humanidad.
Contigo he aprendido a No Juzgar tanto, ni tan críticamente. Y que lo importante es ayudar, en vez de juzgar.
Por tí he aprendido que una mirada amable puede más que 100 críticas ásperas.
A través de tí, he aprendido a aprovechar cada segundo de nuestro Ahora, con sus infinitas posibilidades, en vez de sacrificarlo ante el altar del Mañana o del Ayer.
Y contigo, estoy aprendiendo que tengo fuerzas para cambiar el mundo, o intentarlo al menos.
A traves de tí, estoy descubriendo quien soy yo.
Firmado:
Tu padre.
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