La Real Academia de la Lengua define PADRE con varias acepciones:
- m. Varón o animal macho que ha engendrado a otro ser de su misma especie.
- m. Varón que ejerce las funciones de padre.
La primera, claramente se refiere a la paternidad como hecho biológico.
La segunda, sin embargo, plantea un interrogante. ¿cuáles son las funciones de un padre?
Todos tenemos, de alguna manera, una idea preconcebida de lo que significa ser padre. De alguna manera, hemos modelado a través de nuestra experiencia personal y vital, un modelo de como ser un padre ” adecuado” en la sociedad en que vivimos.
La mayoría de nosotros nos hemos criado en un modelo tradicional del padre que es, de una parte, el proveedor económico del sustento de la familia ausente la mayor parte del día en su trabajo, y ausente, igualmente, en la micro-vida doméstica, pues llega cansado del trabajo y hay que respetar sus espacios de descanso.
De otra parte, es el titular último de la autoridad sobre los miembros que la integran, al que están reservada la facultad de otorgar su “placet” a los juicios, las prebendas o los castigos. Protege la familia de todo mal, desde la solidez del patrimonio y a su vez, es el titular último del reconocimiento social del resto de la sociedad como titular de la familia.
Dicha idea viene del “Pater familias” romano, aunque eso sí, algo dulcificada. (No olvidemos que el Pater Familias romana detentaba, incluso el ius vitae necisque potestas o poder de vida y muerte, el poder para vender a los hijos, el poder para fijar o convenir su matrimonio, o abandonar a los neonatos. Y además, de por vida. )
Sin embargo, el contacto con nuestros chicos y chicas ha dinamitado y demolido cualquier idea preconcebida que pudiéramos tener sobre lo que significaba la paternidad.
De ellos hemos aprendido que cada momento o minuto en el que nos relacionamos con ellos, es una oportunidad para el entendimiento, y para generar una influencia benéfica y reparadora a través de la aplicación crónica de pequemos momentos de positividad diaria a través de la repetición constante.
Eso nos ha obligado a remover esquemas y modelos para crecer junto a estos jóvenes, rehaciéndonos como personas para ser mejores padres. O al menos a intentarlo…
Empezando por trabajar sobre nosotros mismos, para aceptar que sólo podemos avanzar desde la intuición y, siendo capaz de confiar en uno mismo y al mismo tiempo de ponerse en tela de juicio. Implementando el respeto y la empatía en nuestras relaciones. Y desde nuestra presencia continuada en su vida, y desde nuestra implicación emocional, basada en la aceptación.
Hemos elegido otro modelo: Estar presentes, involucrados, sensibles, empáticos, participativos, guiados por las necesidades de los chavales, en lugar de por “lo que el hombre debe hacer” o por “lo que dicen los demás”.
Todo ello con ún único objetivo : conseguir que estos jóvenes que la vida nos ha puesto en el camino sean autónomos y sujetos de si mismo . Y esa autonomía, no se construye con sermones o filípicas, sino permitiendo a los jóvenes hacerlo a través de la práctica cotidiana, dejándoles tanta libertad como sea posible según su edad, sin imponer reglas superfluas, para que puedan cometer sus propios errores, y aprender a través de las consecuencias y responsabilidades de sus actos.
Una gran parte de nuestra sociedad aún no comprende nuestra manera de verlo.
A todos ellos les dedicamos estas palabras de Joan Manuel Serrat, en su canción Esos Locos Bajitos.
Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, hay que domesticar.
Niño, deja ya de joder con la pelota.
Niño, que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.
Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos para dormir.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada y en cada canción.
Niño, deja ya de joder con la pelota…
y para ti, ¿Que significa ser Padre?
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