Cuando la flor no florece…
El buen jardinero mira sus flores una a una. Con cariño, con pasión enternecida, se pregunta ¿como puedo ayudarla a florecer?.
Y aquella que aún no florece, le modifica el agua, la luz, la temperatura, etc.
Porque cada flor es única, y necesita su singular dosis de luz, agua y temperatura para florecer.
Cuando la flor no florece, modificas el entorno en el que crece, no la flor.
Otro tanto les pasa a los humanos, y especialmente a nuestros chicos y chicas.
Todos los humanos están llamados a florecer. Para hacerlo, tan sólo necesitan de un ambiente óptimo a su alrededor.
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