El estrés de la vida temprana impacta en el cerebro infantil, por sí solo al el desarrollo del hipocampo. El estrés, además del maltrato materno durante las primeras semanas de vida, también dificulta el desarrollo de la amígdala.
Cómo el estrés y el abuso de la madre afectan el cerebro infantil
El maltrato infantil aumenta la vulnerabilidad a los trastornos físicos y mentales, aunque los mecanismos específicos integrados en esta compleja experiencia infantil que inducen esta vulnerabilidad siguen siendo esquivos. Para definir las características críticas de la vulnerabilidad inducida por el maltrato, se criaron crías de ratas desde el día 8 posnatal (PN8) con una madre maltratadora, lo que produjo déficit de amígdala e hipocampo y disminución del comportamiento social en la PN13. A continuación, deconstruimos la experiencia de maltrato para revelar condiciones suficientes y necesarias para inducir este fenotipo.
El comportamiento social y los déficits de amígdala (volumen, neurogénesis, c-Fos, potencial de campo local) requirieron una combinación alta de corticosterona crónica y presencia materna (no comportamiento materno). Los déficits del hipocampo fueron inducidos por corticosterona alta crónica independientemente del contexto social. La causalidad se demostró bloqueando la corticosterona durante el maltrato y suprimiendo la actividad de la amígdala durante las pruebas de comportamiento social.
Estos resultados destacan (1) que el maltrato en la vida temprana inicia múltiples vías hacia la patología, cada una con mecanismos y resultados causales distintos, y (2) la importancia de la presencia social en el desarrollo del cerebro.