El pasado 5 de octubre, Petales España participó en las jornadas organizadas por ASOFACAM (Asociación de Familias de Acogida de Castilla-La Mancha) y ASEAF (Asociación Estatal de Acogimiento Familiar) en Alcázar de San Juan. En el marco de la mesa de expertos titulada “Los cuidados: una mirada integral. Autocuidado, cuidar a otros, dejarse cuidar”, se abordaron estrategias clave para profesionales de la educación, sanidad, salud mental, trabajo social y familias de acogida.
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Relaciones de confianza y autocuidado: Sobrevivir al tsunami
En nuestra ponencia, se exploró el concepto de “sobrevivir al tsunami” como metáfora de las dificultades y retos a los que se pueden enfrentar los cuidadores de niños, niñas y adolescentes (NNA) que han vivido experiencias adversas en la infancia. Estas experiencias pueden generar comportamientos disruptivos que impactan emocionalmente en sus cuidadores.
El autocuidado, entendido como la capacidad de “surfear la ola”, es crucial para enfrentar estas situaciones. Para ello, se plantearon tres pilares fundamentales:
- Conocer el medio
- Aprender técnicas y recursos
- 3. Entrenarse y mantenerse en forma
1. Conocer el Medio
El conocimiento es la base del autocuidado. Lo habitual es poner el foco en el comportamiento que es lo que vemos. Pero cuidar a NNA con experiencias adversas requiere comprender cómo dichas vivencias influyen en su desarrollo:
- Impacto en el cerebro: Hiperactivación de la amígdala, dificultades en la percepción social y de relaciones.
- Alteraciones físicas: Hipersensibilidad sensorial y efectos del estrés tóxico.
- Creencias distorsionadas: Baja autoestima, percepción de abandono y desconfianza hacia los demás.
- Biología: El impacto del estrés tçoxico sufrido a consecuencia de las EAIs (Experiencias Adversas en la Infancia) o ACEs (Adverse Childhood Experiences) en el desarrollo cerebral y la salud adulta
Además, es importante entender los patrones de apego y cómo un vínculo seguro favorece el desarrollo emocional e intelectual de los NNA, ayudándolos a:
- Gestionar el estrés y la frustración.
- Superar miedos e inquietudes.
- Desarrollar relaciones sanas y confianza en los adultos.
- Alcanzar mayor autonomía y pensamiento lógico.
2. Aprender Técnicas y Recursos
La crianza terapéutica requiere cambios tanto en los NNA como en los cuidadores. Para ello, es fundamental:
- Mantenerse regulado/a: La calma y la autorregulación emocional del cuidador son esenciales para guiar a los niños.
- Conexión activa: Estar presente y disponible, prestando atención plena al momento, dejando otras tareas si es necesario.
- Fortalecer la relación: Dedicar tiempo de calidad, preferiblemente en actividades lúdicas que refuercen la confianza y la seguridad emocional.
3. Entrenarse en el Autocuidado
Cuidar también implica cuidarse. Para mantenerse en forma, es vital:
- Manejo de emociones: Incorporar técnicas como mindfulness, relajación o paseos al aire libre. En algunos casos, puede ser necesario acudir a terapia o unirse a grupos de ayuda mutua.
- Espacios personales: Reservar tiempo para nosotros y realizar actividades placenteras que nos ayuden a recargar energías.
Conclusión
El autocuidado es necesario para la crianza y el cuidado terapéutico. Reconocer las propias emociones, aprender técnicas efectivas y apoyarse en una comunidad son pasos clave para cuidar a NNA con experiencias adversas. Así, podemos construir relaciones de confianza y entornos donde, tanto cuidadores como niños, crezcan y se desarrollen plenamente