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La teoría del vínculo afectivo o apego atribuye un sentido muy especifico a la palabra apego en particular cuando se aplica a la relación madre (padre)-hijo. El vínculo afectivo o apego es una construcción afectiva basada en la necesidad que tiene el niño de seguridad y de protección. Es un conjunto de gestos primitivos y biológicos cuyo fin es fijar la relación con la persona o personas con las que establece el vínculo afectivo que asegura su supervivencia. Esta necesidad es primordial en el bebe o en el niño, incapaz de satisfacer sus propias necesidades. Los bebes se “pegan” instintivamente al o a los que le cuidan y que tienen esta responsabilidad de cuidado y vigilancia hacia ellos.
La teoría del vínculo afectivo o apego comienza a formarse en 1948 con John Bowlby (1907-1990), psiquiatra ingles que fue el primero en formularla. La teoría puede formularse así: la construcción de los primeros lazos entre el niño y la madre, o la persona que hace las veces, responde a una necesidad biológica fundamental. Se trata de una necesidad primaria, es decir que no se deriva de ninguna otra.
Hablar de apego es hablar de vínculo. Hablar del apego es en primer lugar hablar de la instauración del vínculo. Debemos rendirnos a la evidencia de que la naturaleza de nuestras primeras relaciones influye ampliamente en el curso de nuestras relaciones futuras. En este primer periodo de vida es cuando el niño aprende lo que se puede esperar de un ser humano.
El vínculo afectivo es esencial para la formación de una personalidad sana. Es necesario para:
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